martes, 27 de agosto de 2013

Lo más complicado.

Esto de levantarse a las 4 de la madrugada está cansado, pero por razones que yo no pensé que pudieran ocurrir. Resulta que la levantada es relativamente fácil, no me cuesta tanto levantarme al primer timbrazo de la alarma. No, eso no es complicado porque en alguna parte de mi subconsciente se que no debo dejar sonar mucho la alarma para no despertar a mi esposa.

Tampoco escribir estas entradas al blog. Al contrario, las ideas parecen fluir constantemente una vez que inundo a mi cerebro con una dosis de café. El café hecho en prensa francesa y al estilo de ese país, no los tés de café que acostumbran los gringos. No, eso no es complicado porque estoy estimulando a mi cerebro.
Lo más complicado hasta ahora ha sido poder dormirme temprano. Yo esperaba que dieran las 9 o máximo las 10 de la noche para poder caer redondito, pero no ha sido posible.

Primero porque los programas que me gustan empiezan a las 10 de la noche y hay algunos que me ha costado deja de ver. Esta por ejemplo, The Big Bang Theory que me gusta mucho. Aunque también a esa hora pasan The Bubble Guppies que es uno de los programas preferidos de Mateo. Bueno, es uno de los programas en los que sí se queda quieto viendo la televisión.

Segundo porque a Mateo le gusta dormir tarde. Por más que lo levantemos temprano, que no duerma su siesta por las tardes, que juegue todo el día y que los paseemos simplemente se duerme a la hora que se le da la gana. Y se despierta a la hora que le da la gana también. Hoy, por ejemplo, se durmió hasta las 11 de la noche y para completar se despertó a las dos de la mañana.

Ahorita sigue dormido, pues ya le lleve su mamila para que calme esa hambre que de seguro tiene a esta hora. Espero que deje dormir a su mama hasta una hora decente, porque a mí solamente me dejo dormir unas 4 horas en intervalos de una hora cada uno.

La televisión la puedo dejar muy fácil. Bueno, de hecho, ya casi no veo mis programas así que ese punto ya está. Lo más complicado es regularizar el sueño de Mateo, aunque me gusta mucho que no siempre se despierta para comer, también se despierta para jugar y eso me gusta mucho. Para mí, eso es indicativo que su mente es activa y que está buscando siempre formas de aprender.

Creo que lo más complicado es lo que más me motiva a seguir con este plan.

Saludos

lunes, 26 de agosto de 2013

4 a.m. y todo sereno.

Son las 4 a.m. y todo sereno. Así comenzaran mis días a partir de hoy. Levantándome a esta hora para poder escribir de nuevo en este blog. Han pasado muchas cosas desde que “volví” a escribir de nuevo y muchas cosas no las he publicado.

Por ejemplo, me case con la mujer que día a día se está convirtiendo en el amor de mi vida. Nos encontramos sin buscarnos y nos enamoramos, ahora sí que, casi sin querer. La vi tomando agua, mientras descansaba en el trabajo y me atrajo su porte y su cara. Después la conocí mejor al platicar con ella y me enamoro su carácter. Compartimos visiones de la vida y nos atraen cosas y temas similares. También tenemos nuestras diferencias, las cuales, creo, nos mantienen  interesados uno en el otro.

Nos casamos a los dos años de haber sido novios, cuando nuestro hijo tenía 9 meses de nacido. ¿No les había dicho que tengo un hijo? Ups. Se llama Mateo Rafael.

Le decimos Mateo, pero la mayoría del tiempo no entiende pues todavía está muy pequeño, aunque creo que cuando sea mayor tampoco me hará mucho caso, pero en fin. Es vivaz, inteligente, a veces huraño y a veces se ríe por cualquier cosa. Es la razón por la cual estoy levantado a las 4 a.m. escribiendo esto. Aprovecho su sueño, y que se despierta a las 4:50 por su comida, para escribir.

Cuando está despierto quiero aprovechar y tener tiempo con él y no agotarme, por lo que a las 5 a.m. salgo corriendo al gimnasio para comenzar a ponerme en forma. Iba a escribir ponerme en forma de nuevo, pero la verdad es que nunca he estado en forma.

En fin, estos serán los escritos de este blog de la categoría “Las 4 a.m. y todo sereno”, espero escribirlos con coherencia y no divagar mucho con el sueño que todavía tengo. También espero que el gimnasio no me mate y seguir con estos escritos.


Saludos