martes, 8 de febrero de 2011

Empezar, empezar, empezar

Lo más difícil de cualquier cosa es empezar. Ya sea escribir una carta, grabar un podcast o escribir para el blog, lo más difícil es empezar. Después de dar ese primer paso lo que sigue es lo más fácil.

Todo es cuestión de tomar ritmo, encontrar la inspiración o un tema y ha darle que es mole de olla. Esta es la cuarta o quinta vez que escribo esto, pero esta vez espero que sea cierto.

Esta vez lo más difícil es encontrar la inspiración. ¿Escribir sobre política? Ya hay demasiados. ¿Escribir sobre la “vida nacional”? me da vergüenza lo que pasa en México y que solo seamos capaces de reaccionar vía electrónica. ¿De mi vida personal? Se ha vuelto muy aburrida. ¿Fantasía, poesía, historia, filosofía, economía, etc.? Mi mente ya no da para tanto (y esto me da tanto miedo).

Ya veré sobre que escribir, pero tengo que volver a escribir. He dejado de ejercitar mi mente al dejar de ejercitar mis dedos al teclear estas y todas las palabras que he dejado en el olvido. Extraño los días en que podía escribir sobre cualquier tema en menos de 10 minutos, con aceptable redacción y sin tantas pausas. Ahora me he tardado meses en redactar esta confesión, y a la vez auto reclamo.

La vida deja tan poco tiempo para terminar las cosas y tan fácil que es terminarlas, aunque lo más difícil es empezar y hoy he vuelto a empezar.

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